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LA OVEJA EXTRAVIADA

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LLAMADOS A VIVIR EN COMUNIDAD

La esencia de la comunidad consiste en estar personalmente el uno “en” el otro “con” el otro y “para” el otro. El hombre es hombre cuando vive en familia, en comunidad, cuando sirve a alguien, cuando ama a alguien. Entonces es cuando nace como ser humano. La comunidad es una formula “para potenciar a la persona”. Esa es la prioridad. Antes que la tarea esta la comunidad, y antes que la comunidad está la persona. Para vivir en comunidad, el nexo más armónico es el de la “hermandad” en la que se satisface dos necesidades esenciales del hombre: estar estrechamente relacionado y al mismo tiempo ser libre, formar parte de un todo y ser independiente.

Una comunidad es madura cuando no solo “consiente” que sus miembros sean libres, sino que les exige, les empuja, les provoca a ser libres, a que piensen, se expresen y actúen libremente. Solo una comunidad libre es liberadora.

Aprender a vivir en comunidad es aprender a ser feliz. Porque es aprender a convivir.

Al crear el ser humano a su imagen y semejanza, Dios lo ha creado para la comunión. El Dios creador, que se ha revelado como Amor, como Trinidad y Comunión, ha llamado al hombre a entrar en íntima relación con Él y a la Comunión interpersonal, o sea, a la fraternidad universal.

BODAS DE CANA UN REGALO DE DIOS

La Primera Comunidad.

He 2, 42, 44, 46-47.

Existen muchos hermanos que se creen ya salvos porque un día levantaron la mano y aceptaron a Cristo. De esta manera piensan que ya tienen asegurado el Reino de Dios.

Que cerca estamos muchas veces de DIOS y que lejos lo tenemos de nuestro corazón.

La Palabra nos dice claramente que hay que vivir unidos y compartir  todo. No se trata pues, solo de COMENZAR BIEN sino de PERSEVERAR en EL BIEN y hasta EL FIN. Y perseverar en el camino de CRISTO es precisamente vivir de acuerdo a sus enseñanzas  y al plan que DIOS tiene para cada uno de nosotros.

Sería absurdo afirmar que somos discípulos de CRISTO, si no seguimos el modelo de  vida que nos dejó. No podemos ser  verdaderos CRISTIANOS si no hacemos lo que DIOS nos ha ordenado y  LA COMUNIDAD, tal como se nos relata en Hechos de los Apóstoles, es EL MODELO de VIDA que CRISTO ha diseñado especialmente para nosotros.

Juan Pablo II refiriéndose a las Comunidades dice "Son las que reflejan el rostro de DIOS aquí en la tierra".  Así tienen que ser nuestras Comunidades Intimas de Amor (CIA)  todos viviendo en comunión el amor. BODAS DE CANA necesita de nuestras CIA, nosotros también necesitamos formarnos y formar a nuestros hermanos en: EL AMOR y LA VERDAD que es CRISTO nuestro único modelo.

Nosotros no podemos atribuirnos nada.

Todo es obra de DIOS. Bodas de Cana es obra de DIOS. Es posible que por la mente de cada uno de nosotros haya pasado una pregunta semejante a esta:

¿Y yo, que pinto aquí? 

Hermanos, todos los días de nuestra vida debe ser un motivo de agradecimiento a DIOS por tener  una Comunidad que nos acoge y que se encargara de formarnos, para la misión que CRISTO tiene para cada uno de nosotros.

Si paso por tu mente esta pregunta, debemos cambiarla por: ¿Para qué estoy aquí?

Así comprenderemos que somos  un grupo de matrimonios convencidos de que necesitamos una: "REFLEXION CONJUNTA" sobre todas las cosas comunes a todos nosotros.

Es posible que nos invada ciertos temores, que salgamos un poco defraudados. Sobre todo si estamos por curiosidad. No,  no es una simple casualidad el pertenecer  a Bodas de Cana. Estamos aquí, porque que nuestro principal objetivo es EVANGELIZAR, pero también debemos esforzarnos por lograr: Una  AMISTAD, basada en EL AMOR, LA UNION, LA CORDIALIDAD y LA CONFIANZA.

Es nuestra responsabilidad alcanzar: “Una Formación Adecuada”. Nadie da lo que no tiene, estamos llamados a lograr con nuestro compromiso, dar una respuesta a las necesidades del mundo. No podemos convencer, sino estamos convencidos.

DIOS nos dice muy claramente: "Ustedes son la LUZ para el mundo y la SAL de la tierra". El, no nos ha dejado solos, nos ha dado muchos Dones y Gracias. La Oración para La Acción, su Palabra, no solo Anunciarla, también debemos Denunciar.

En una Comunidad Intima de Amor, hermanos lo que el hombre TIENE depende de los demás. Lo que VALE radica en el mismo, lo que ALCANZA es la perfección. Porque DIOS tiene un PLAN de VIDA para él. Col 3, 13, 17.

La Vida Fraterna en Comunidad. Esta es la más alta vocación del hombre: “Entrar en Comunión con Dios y con los otros hombres, sus hermanos”

“La Vida Fraterna en Comunidad” se alimenta del amor de Cristo. Quien ha reunido a un gran número de sus Discípulos para llegar  a ser una sola cosa, a fin de que en el Espíritu, como Él y gracias a Él,  podamos responder  al amor del Padre a lo largo de nuestra Vivencia Comunitaria, amándolo “Con todo el corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas” Dt 6, 5 y amando al prójimo “Como a sí mismos” Mt 22, 39.   

LA COMUNIDAD INTIMA DE AMOR.

Lugar donde se llega a ser hermanos.

Del don de la comunión proviene la tarea de la construcción de la fraternidad, es decir,  de llegar a ser hermanos en una determinada Comunidad Intima de Amor  - CIA, a la que han sido llamados, surge entonces la convicción que es necesario empeñarse en hacerla cada vez más visible por medio de la construcción de comunidades “Llenas de gozo y del Espíritu Santo” He 13, 52.

El proceso de una continua renovación de las Comunidades, parte de situaciones concretas: Espiritualidad y Oración. La Comunidad como una respuesta a la invitación apremiante del Señor: “Velad y Orad” Lc 21, 36 debe ser vigilante y tomar el tiempo necesario para cuidar la calidad de vida. En efecto la comunidad estará sujeta a un horario para poder dar determinados tiempos a la oración y especialmente para que se pueda aprender a dar tiempo a Dios.

La oración hay que entenderla también como tiempo para estar con el Señor para que pueda obrar en nosotros y entre las distracciones y las fatigas pueda invadir nuestras vidas, confrontándolas y guiándolas,  para que al final,  toda nuestra existencia pueda pertenecerle realmente. Las palabras del Señor: “Orar siempre sin desfallecer” Lc 18, 1; 1 Tes 5, 17. valen tanto para la oración personal como para la comunitaria. 

 Libertad y Fraternidad.

En toda vivencia comunitaria, Cristo, sigue siendo el modelo de cómo se construye la unidad. El mandamiento del amor mutuo tiene precisamente en Él la fuente, el modelo y la medida, ya que debemos amarnos como Él nos ha amado. Y Él nos ha amado hasta dar la vida. Nuestra vida es participación en la vida de Cristo, en su amor al Padre y a los hermanos, que es un amor que se olvida totalmente de sí mismo.

Cristo nos ha dado dos certezas fundamentales: la de ser amado infinitamente y la de poder amar sin límites. Nada como la cruz de Cristo puede dar de un modo pleno y definitivo estas certezas y la libertad que deriva de ellas. Gracias a ellas nos vamos liberando progresivamente de la necesidad de colocarnos en el centro de todo y de poseer al otro y del miedo a darse a los hermanos; aprendiendo más bien a amarlos como Cristo, con  aquel mismo  amor que  ahora se ha derramado en nuestros corazones y nos hace capaces de olvidarnos de nosotros mismos y de darnos como lo ha hecho el Señor.

En virtud de este amor, nace la comunidad como un conjunto de personas libres y liberadas por la Cruz de Cristo. “Llevad los unos las cargas de los otros, así cumpliréis la ley de Cristo” Gal 6, 2.

Importancia de la vida comunitaria.

De la calidad de nuestras vidas  podemos  afirmar  que depende en buena parte el futuro  de las Comunidades, la calidad y la perseverancia de sus miembros de hoy.

El futuro está siempre en las nuevas comunidades, las cuales deberán formarse en un ambiente que se caracterice por la amistad, el calor humano, el afecto, la lealtad, el aprecio, la solidaridad y el respeto.

Quien llama a nuestras puertas y no encuentra estas características es muy posible que sienta la tentación de no perseverar y de desanimarse a mitad del camino.

Sabemos que ciertos productos del campo tienen calidad según las condiciones en que se desarrolla la planta. Hay circunstancias que hacen imposible que la planta crezca y de fruto. A nadie se le ocurrirá plantar un naranjo en tierras frías. No es su clima apropiado. La calidad de la persona depende también y no poco del clima comunitario en que le toca vivir.

En cuanto a la perseverancia Cristo lo ha dicho claramente: “El que quiera seguirme, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y que me siga” Mt 6, 24.

LA COMUNIDAD DE LÍDERES

A este ambiente íntimo de fe y amor se le denomino: “Comunidad de Lideres”, una comunidad donde todos, guiados por un mismo Espíritu son corresponsables de realizar la obra iniciada por Jesús. La Comunidad de Lideres son los responsables de instaurar el Reino de Dios, haciendo discípulos por todas partes. A ellos les toca servir, conducir y presidir la comunidad, imitando a Jesucristo en la manera de hacerlo.

Los dirigentes no solo son responsables de guiar, sino que ellos mismos deben estar comprometidos en una Comunidad de responsables.

Muchas veces los responsables de edificar la comunidad son los que menos viven en comunidad.

  • Los dirigentes señalan el camino a otros, pero ¿quién los dirige a ellos?
  • Generalmente enseñan, pero ¿dónde siguen siendo enseñados?
  • Siempre están dando, pero ¿dónde reciben?
  • ¿Qué hacen para renovarse y crecer en la vida del Espíritu sin agotarse?

La Comunidad de Responsables es una buena alternativa:

  • Es el ambiente de amor donde nuestros hermanos nos cargan cuando nosotros no podemos caminar.
  • Son los hermanos que nos llevan a Jesús para ser sanados.
  • Una vez sanos, se nos manda llevar la camilla de la responsabilidad.

Todos somos miembros de un solo Cuerpo cuya cabeza es Cristo, todos por más pequeños o insignificantes que parezcamos, somos necesarios y todos al mismo tiempo somos miembros los unos de los otros. No todos servimos para todo, pero todos servimos para algo. Si no asimilamos este principio fundamental, todo nuestro trabajo puede ser más peligroso que benéfico.

Cristo no formo individuos aislados, sino que instituyo un ambiente íntimo de fe y amor como semillero donde se produjeran continuamente otros discípulos y lo llamo COMUNIDAD, este era el invernadero y al mismo tiempo la fuente surtidora de los nuevos líderes.

  • Si los responsables no brotan de una comunidad.

¿De dónde va a salir?

  • Si no han vivido por dentro todo lo que es una comunidad.

        ¿Cómo van a servirla y dirigirla?

De allí, la visión pastoral de Jesús de instituir la comunidad. Hermanos, los Apóstoles, antes de dirigir la comunidad, tuvieron una experiencia maravillosa de vivir en comunidad.

JESÚS le pregunto a PEDRO: ¿Pedro me AMAS, Pedro me AMAS, Pedro me AMAS?

Señor tú lo sabes todo, sabes que te AMO. JESÚS se aseguró que PEDRO lo amaba, para entregarle su grey y le dijo: Apacienta mis ovejas, apacienta mi rebaño.

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