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LA OVEJA EXTRAVIADA

PEDRO: Discipulo, Pescador, Maestro y Pastor

PEDRO: Discipulo, Pescador, Maestro y Pastor

PEDRO MODELO DE EVANGELIZADOR

DISCIPULO, PESCADOR, PASTOR Y MAESTRO

 

Temario

01. DISCIPULO

  • ¿Dejándolo todo?
  • El hermano de Pedro
  • Señor, Sálvame

02. PESCADOR

  • Setenta veces siete
  • Los dos “Jamás” de Pedro

a)  Jamás me lavarás tú a mí los pies

b)  Jamás yo te negaré

  • La última pesca de Pedro

03. MAESTRO

  • De Pescador y Discípulo a Pastor y Maestro
  • Pedro y los Once

04. PASTOR

  • La autoridad de Pedro
  • Pedro, El Buen Pastor

Presentación

El N.T nos ofrece un retrato de San Pedro, como discípulo de Jesús, que puede resultar un ejemplo estimulante para los cristianos de hoy.

Su itinerario de fe, hecho de gracia y respuesta, de virtudes y de fallos, de fe y de dudas, de amor y cobardías, con un largo camino de maduración guiada por el Espíritu, muy bien podría ser nuestro propio itinerario: El de los laicos de hoy, que intentamos seguir a Cristo, en medio de las dificultades internas y externas que experimentamos.

Pedro, Discípulo, Apóstol, Pastor de la Comunidad, Mártir, simplemente “Pedro”. No es la biografía de un santo, sino las luchas, triunfos y fracasos de un hombre que amaba apasionadamente la vida, aparece como una persona cercana, grande y débil a la vez, que puede interpelarnos positivamente en nuestra pequeña historia personal y comunitaria.

Pedro es, el  espejo donde debemos mirarnos nosotros mismos, pues él es de alguna manera el reflejo de todos los que conocemos a Jesús, lo seguimos o lo negamos. Pedro nos demuestra que el sentido de la vida en comunidad se encuentra más allá de nosotros mismos: En Jesús, que dio pleno sentido a su vida y a su nueva profesión: Pescador de hombres.

Descubriremos que hay un Pedro dentro de cada uno de nosotros y que nos le parecemos mucho más de lo que sospechábamos.

Introducción

Simón Pedro es un hombre de fuego, cuya llama es fulgurante, pero fugaz y pasajera. Corazón inmenso donde todo es grande: Su amor, sus arrebatos y sus torpezas; contrastando siempre sus profundas limitaciones con la altura de sus ideales. A veces parece un niño impaciente y caprichoso, siempre es un amigo fiel e incondicional y no falta la ocasión en que exprese su instinto paternal con Jesús a quien llega a corregir, reprochar y hasta reprender.

Su vida se manifiesta verdaderamente como tal: Esperanzas y conflictos; luchas y risas. La vida de Pedro siempre es curiosa y contrastante. Y lo asombroso es que lo más importante de Pedro no es Pedro, sino Jesús. Ese Jesús que marcó y transformó su vida. Jesús que aceptó y amó a Pedro para que Pedro se aceptase a sí mismo y fuera capaz de amar.

Impetuosidad, generosidad e imprudencia son los tres hilos de su existencia; los cuales, habiendo sido puestos en las hábiles manos del Artesano de Nazaret tejieron la vida más armoniosa donde los contrastes nunca chocaban, sino que se complementaban. Simón Pedro sólo se comprende perfectamente al lado de Jesús y en relación con los demás discípulos.

El pescador nunca está solo. El pastor siempre convive con las ovejas. Pedro está  siempre unido a Jesús, y a través de él con todo que Jesús ama. Pedro siempre vive en comunidad: Con Jesús, con los demás pastores de la Iglesia y hasta con su suegra.

Al lado de Jesús ciertamente no aprendió mucha Teología, pero aprendió a vivir, conocerse y aceptarse a sí mismo. Jesús no enseño doctrina ni hizo exámenes a los suyos. Les enseño a vivir como verdaderos hermanos.  Pedro fue el discípulo más aventajado. Al compartir íntegramente la vida humana Jesús les enseño cómo vivir como hijos de Dios en este mundo.

Primero Pedro fue discípulo del Maestro y así se convirtió en el tipo de todos los seguidores de Jesús. En él encontramos sintetizadas las actitudes de cada uno de los creyentes y lectores del Evangelio: Un día deja todas las cosas, pero otro vuelve la vista reclamando recompensa. En una ocasión se le llama “Bienaventurado” y en seguida se le dice “Satanás”.

Impetuoso y generoso, pero débil e insuficiente. Duerme el Jueves Santo, pero madruga Domingo de Resurrección. Se hunde en las aguas del mar y otro día nada 100 metros con todo y vestido puesto. Una noche usa violentamente la espada, pero llega a ser artífice de paz en los conflictos.

En Getsemaní huye por miedo a ser arrestado, pero da su vida en Roma. Luego, llega a ser pastor del rebaño de Jesús. Habiendo sido formado en la escuela de la comunidad llega a ser maestro de la Iglesia, participando de la autoridad de Jesús, Su misión es dar la vida, y como buen pastor entrega la suya. Pedro ama las ovejas porque ama a Jesús, dueño del rebaño.

Ciertamente no es “El “Discípulo Amado” pero nadie va a negar que es “El Discípulo que Ama”. Tampoco es “El Discípulo fiel”, pero ninguno como él experimentó la fidelidad de Jesús.

Simón Pedro es un hermoso regalo de Dios a toda la Iglesia, a la única. Iglesia que tiene Jesús. Gracias a sus contrastes tan maravillosos es el tipo y modelo de todos los Evangelizadores, Discípulos y Pastores de la Iglesia de Jesús.

e-mail: fcv.ovejaextraviada@gmail.com

1 comentario

antonio -

HERMANO DONDE CONSIGO LOS TEMAS DESARROLLADOS QUE VIENEN EN ESTE TEMARIO